lunes, 1 de marzo de 2010

Eugene Richards



Lejos de parecer el típico fotógrafo que solo le interesa conseguir la fama y la riqueza a consta de fotografiar las desgracias ajenas acepta este tipo de encargos no por la fama que pueda proporcionarle, si no por la sabiduría que absorbe de estas que le pueden ayudar a ser una mejor persona, y ese mismo concepto es el que intenta ejercer en el público que las observa.
Es consciente de que un fotógrafo no puede acabar con el hambre o la guerra en el mundo porque eso es algo que las personas en su conjunto y los gobiernos sobre todo deben hacer, pero si puede hacer mover las dormidas mentes de unas pocas personas y hacerles consciente de lo que sucede, cambiándoles su manera de ver la sociedad e inculcarle la necesidad de un cambio en su comportamiento hacia un mundo mejor.

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